En la noche solemne del XV Aniversario de la Banda Salesiana Santísimo Cristo de la Buena Muerte, el Teatro Cervantes de Linares se convirtió en el epicentro de una celebración única que no solo honraba la música procesional, sino que también marcaba el comienzo de los actos conmemorativos por los 60 años de la presencia salesiana en la ciudad.
El escenario estaba impregnado de una expectación palpable mientras los miembros de la banda, ataviados con sus uniformes distintivos, ocupaban sus lugares. Los instrumentos afinaban en armonía, creando un preludio tenso pero emocionante. El teatro se llenó gradualmente de fieles, amantes de la música y miembros de la comunidad ansiosos por sumergirse en esta experiencia única.
La noche arrancó con la primera marcha, una melodía que resonó como un tributo a los quince años de dedicación y pasión de la Banda Salesiana. La audiencia, envuelta en la solemnidad del momento, fue llevada en un viaje musical a través de las diez marchas seleccionadas para la ocasión.
Cada pieza era más que una composición; era un testimonio sonoro de la devoción y el compromiso de la banda a lo largo de los años. Los sonidos de las trompetas, el tambor y los demás instrumentos se entrelazaron en una sinfonía que expresaba la esencia misma de la Semana Santa.
El Hermano Mayor de nuestra Hermandad tomó la palabra para compartir palabras de agradecimiento y reflexión. Desde el corazón, expresó experiencia y vivencias de la Casa Salesiana ya que el fue antiguo Alumno y la importancia de la música procesional en la tradición de la Semana Santa, agradeciendo a la Banda Salesiana por su contribución invaluable a esta manifestación de fe.
La alcaldesa de Linares, en un gesto de reconocimiento, expresó el impacto positivo que la presencia salesiana ha tenido en la ciudad. Destacó la importancia de la música procesional en la identidad cultural de Linares y agradeció a la Banda Salesiana por su contribución continua.
Fotografia: Visualy Linares
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