Saludo Hermano Mayor

Esta hermandad entra en una nueva etapa con ganas renovadas y espíritu de superación.

Solo deseamos ser buenos seguidores de la doctrina cristiana, ser consuelo para nuestros hermanos y faro para su alma.

Nuestro único objetivo será acercar a la palabra de Dios a todos los que nos quieran escuchar y lo haremos como sabemos hacerlo, con nuestro acto público de fé.

Estimados hermanos en Cristo, me gustaría dirigirme a todos vosotros para dar mi gratitud ante nuestros amantísimos titulares. Todos, con vuestra ayuda me habéis traído hasta aquí, al cargo de Hermano Mayor.

Quien me iba a decir que un crío como yo, que allá por el año 1994 estaba aprendiendo a tocar una trompeta para dar música a una nueva hermandad, casi 30 años después iba a salir elegido como Hermano Mayor de esa misma cofradía.

Pues yo no he elegido, han sido nuestros amantísimos titulares los que por la Gracia Dios han hecho que hoy esté aquí y que ellos sean el eje central que me ha guiado desde que tengo uso de razón.

Agradecer a todas y cada una de las personas que se fijaron en este humilde servidor de Dios, para llevar las riendas de nuestra Hermandad, durante los próximos 3 años.

Quiero dar las gracias a mi familia por el apoyo recibido durante estos últimos años en los que la hermandad nos ha dado tanto y a la que tantas cosas hemos tenido que rechazar para servir a Nuestros Titulares, sin ellos hoy no sería capaz de estar aquí hablando ante todos vosotros.

También, no quiero olvidar a los que desde ese balcón en el cielo nos apoyaron y nos seguirán apoyando, porque allí están los que me faltan y que sin ellos no hubiese seguido este camino, seguro que desde allí estarán orgullosos de verme como Hermano Mayor.

Soy consciente de asumir con profundo respeto el pasado de la Hermandad y afronto con gran esperanza su futuro.

Para mí es un honor y un privilegio encabezar esta andadura en la que desde hace casi 30 años pertenezco a mi hermandad, hemos formado una Junta de Gobierno cohesionada en la que se aúnan experiencia, saber hacer, comunicación y renovación. El propósito ha sido tener el mejor equipo posible para engrandecer aún más a nuestra querida Hermandad, siempre con los pies en el suelo, pero con la certeza de que todo lo que se lleve a cabo será para realzar la imagen de Dios ya sea en culto interno o en manifestación pública de Fe.

Se aproximan años de incertidumbre para lo que la Caridad debe ser el pilar mas importante donde protegernos y en la que nos volcaremos de manera decidida y rotunda. Quisiera nombrar también a Nuestras Hermanas de la Consolación en las que dedicaremos recursos económicos y humanos para la magnífica labor incansable que desempeñan en su centro de acogida.

Solo le pido al Santísimo Cristo de Buena Muerte y a su Madre, Nuestra señora de la Consolación que me den fuerzas suficientes para estar a la altura que requiere el cargo y poder llevar a cabo los proyectos que nos propongamos.

Y a vosotros Hermanos, invitaros a que caminemos juntos en esta andadura en la que me sentiré orgulloso de presidir.

Que esa Cruz de Guía que seguimos cada Miércoles Santo represente ese Cristo al que sigamos día a día en nuestras vidas.