Hoy, Nuestra Señora de la Consolación se une al luto.


    La Virgen luce un nuevo pañuelo negro como signo de profundo dolor por la partida del Santo Padre, pastor humilde y siervo fiel de Dios.
    Nos unimos a toda la Iglesia en oración y recogimiento, dando gracias por su vida y su entrega.

“Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados.” ( Mateo 5,4 )



Publicar un comentario

0 Comentarios